Por: Enrique Uribarren Castro
Querétaro
desde la década de los años setenta ha venido manifestando un significativo
desarrollo económico y dinamismo demográfico, lo que ha aumentado de manera
relevante los retos que hay que enfrentar en los aspectos
sociales, económicos y de manera particular, ambientales.
Resulta importante señalar que hasta ahora el
desarrollo estatal se ha supeditado a una lógica económica y de expansión en
donde han sido ignoradas las condiciones biofísicas y naturales de la entidad,
provocando importantes daños ambientales.
Una
muestra de la anterior afirmación la encontramos en la modificación de nuestro
entorno natural, particularmente en lo que hoy conocemos como la Zona
Metropolitana de Querétaro, la cual originalmente estaba conformada por
ecosistemas compuestos por bosques de mezquite en las
zonas llanas entre los 1,780 y 2,100 msnm, aproximadamente; diversos tipos de
matorrales en terrenos de laderas y pies de monte; bosques templados de encino
en todas las zonas serranas, por arriba de los 2,200 msnm y bosques tropicales
caducifolios en varias zonas de lomeríos, mesetas y cañadas, en altitudes por
debajo de los 2,000 msnm.
Los bosques de encino, pino-encino y pino piñonero
en El Cimatario, La Joya y otras zonas altas, que ha lo largo de nuestra
historia han sido talados abarcan hoy unas 7,900 hectáreas, frecuentemente en
condiciones muy alteradas, llegaron a cubrir originalmente entre 55,000 y
75,000 hectáreas en lo que hoy es la Zona Metropolitana de Querétaro.
Actualmente sólo sobreviven manchones de buen tamaño (más de 5 hectáreas) en
las laderas del volcán La Joya, como la que existe en el Parque Joya La
Barreta, así como 2 más en el Ejido Pie de Gallo, y unos dos o tres macizos en
el Ejido La Joya. Además, de estas zonas, solo es posible encontrar algunas
decenas de individuos en la parte más alta de Cerro Grande (o Cerro Alto), y
también existen algunos ejemplares aislados en las cercanías de Cerro Colorado
y en la partes más altas de Peña Colorada.
Un caso muy relevante es el de los bosques
tropicales caducifolios, la vegetación con mayor biodiversidad en la región,
que cubrían probablemente más de lo que hoy son áreas de matorrales, algunos
pastizales y desarrollos urbanos recientes. Esta vegetación, de la que todavía
quedan algunos manchones más o menos alterados en laderas y cañadas de la Zona Metropolitana
de Querétaro (algo más de 3,500 hectáreas), llegaron a abarcar quizá 50,000
hectáreas en la zona, de acuerdo a la distribución actual de dichos matorrales,
que se consideran como una forma de vegetación derivada de esos bosques,
alterada históricamente por tala y actividades pecuarias.
Es en este bosque y en los matorrales derivados de
él, donde sobreviven, la mayor parte de las especies microendémicas de la zona,
y un número considerable de especies amenazadas, lo que habla de una diversidad
biológica notable, que ha sido significativamente alterada y que se encuentra
en inminente peligro de ser eliminada en forma irreversible por el desarrollo
urbano e industrial.
Esta es la
razón en que se sustenta nuestra la lucha por establecer, preservar y defender
las áreas naturales en la entidad, que permiten la conservación de la
biodiversidad, asegurando además el
equilibrio ecológico para la continuidad de los procesos evolutivos ambientales
de los ecosistemas y, el aprovechamiento sustentable de sus riquezas naturales.
Por ello, resulta imprescindible que todos los
que habitamos en Querétaro conozcamos cuales son la áreas naturales protegidas
de las que aún disponemos, con objeto de que las valoremos y cuidemos.
En primer término encontraremos las áreas naturales protegidas con un
decreto de carácter federal. Las cuales son:
·
La Reserva de la Biosfera de
la Sierra Gorda: Es la principal área natural protegida del estado, la
cual se encuentra en la Región Sierra Gorda, con una superficie de 383,567
hectáreas, que representan el 93.72% de las áreas naturales protegidas
decretadas por la Federación en nuestra entidad.
· La Zona Protectora Forestal de
los Ríos San Ildefonso, Ñado, Aculco y Arroyo Zarco: Es la segunda mayor
superficie bajo un estatus de protección en nuestro estado, la cual se encuentra
en la Región Sur, que comprende a los municipios de Amealco y San Juan del Río,
cuenta con una superficie de 23,255 hectáreas en el territorio queretano.
· El Parque
Nacional El Cimatario: Es la tercer
área bajo un estado de protección federal, la se encuentra en la Zona Conurbada
de Querétaro con una superficie de 2,448 hectáreas.
· El
Cerro de las Campanas: Es la cuarta área natural protegida y la más antigua
del Estado de Querétaro. Fue decretada como Parque Nacional por el Gobierno
Federal el 7 de julio de 1937, con una extensión original de 58 hectáreas, las
cuales lamentablemente se reducen a 3.8 hectáreas en la actualidad.
En segundo
término encontramos las áreas naturales que cuentan con un decreto de
protección de carácter estatal:
·
El Batán: Es la mayor superficie con un decreto estatal de
protección ecológica, ubicada en el Municipio de Corregidora, con una
superficie total de 3,355 hectáreas.
· Mario Molina Pasquel “El Pinalito”: Es la segunda reserva estatal de mayor tamaño, ubicada en el Municipio de El Marqués, cuenta con una superficie de 1,592
hectáreas.
·
La Trinidad: Es la tercera mayor superficie bajo protección
estatal, bajo la figura de Reserva Natural Comunitaria, se ubica en el
Municipio de Tequisquiapan, con una superficie de 773 hectáreas, es la primera
que se decreta a petición de los mismos habitantes.
· El Tángano: En su caso se trata de una Zona sujeta a
conservación, que la convierte en la cuarta zona de mayor tamaño decretada por
el estado, se encuentra ubicada en los Municipios de Querétaro, El Marqués y
Huimilpan, con una superficie total de 717 hectáreas.
· Montenegro: Es la quinta zona de mayor superficie decretada por
el estado bajo la categoría de Zona de Reserva Ecológica, ubicada en el
Municipio de Querétaro, con una superficie de 546 hectáreas.
· La Peña de Bernal: Es la sexta mayor en Querétaro, con la categoría de
Paisaje Protegido, está ubicada en los Municipios de Ezequiel Montes y Tolimán,
cuenta con una superficie de 264 hectáreas.
· El Tágano II: Es la séptima superficie estatal bajo protección con
el estatus de zona de reserva ecológica, ubicada en los Municipios de Huimilpan
y El Marqués, con una superficie total de 137 hectáreas.
· El Bordo Benito Juárez: Es la octava superficie en tamaño decretada por el
estado como una Zona de Preservación Ecológica de Centro de Población con la
Subcategoría de Parque Intraurbano, ubicada en el Municipio de Querétaro, con
una superficie total de 27 hectáreas.
Finalmente,
encontramos las áreas naturales que cuentan con un decreto de protección de
carácter municipal:
·
La Zona
Occidental de Microcuencas: Es la mayor superficie decretada por un municipio en el estado, ubicada en el Municipio de Querétaro, con la categoría de Zona de
Conservación Ecológica, con una superficie de 12,234 hectáreas.
· Jurica
Poniente: Es la segunda mayor superficie municipal con un decreto de preservación
ecológica, bajo el carácter de Zona de Preservación Ecológica de Centros de
Población con la Subcategoría de Parque Intraurbano, ubicada en el Municipio de
Querétaro con una superficie de 224 hectáreas.
· Cañada
de Juriquilla: Es la tercera superficie municipal protegida bajo la figura de Zona de Preservación Ecológica de Centros de Población con la Subcategoría de Parque
Intraurbano, ubicada en el Municipio de Querétaro con una superficie de 22
hectáreas.
No
puedo dejar de mencionar que, aunque aún no se cuenta con el decreto formal que permita garantizar su protección, esperamos que próximamente podamos incluir la
zona conocida como Peña Colorada ubicada en los Municipios de Querétaro y El
Marqués, y ojalá además sea como en el caso de la Trinidad en Tequisquiapan, es
decir, a petición de los dueños de esas tierras.
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